martes, 10 de marzo de 2009

Videochat Por Sms

En ese momento justo detrás de mí se abrió una puerta y un hombre mayor salió de la cabina y mirando al vacío se dirigió hacia la salida. Ranma apretó las piernas pero en ese momento la mano inquisidora del hombre de atrás metió un segundo dedo. Más adentro, más rápido, la otra mano pasaba de uno a otro de mis pechos, y seguía más rápido, más. Ella se sacudió la arena de una mano y comenzó a masajear su clítoris y a gritar de placer, cosa que a mi me encantó.

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